He aquí yo de nuevo. Cuando mis recuerdos inundan la habitación y no puedo, ni quiero, seguir.
Siento como nuevamente la oscuridad que atravesé unos meses atrás, está volviendo. Y es triste. Y feo. Porque no encontrarle el sentido a nada sin tu presencia se hace cada vez más una muerte auto provocada. Porque te necesito y te extraño. Te necesito mas que a nadie. O algo. Te necesito para mi. ¿Por qué no pudiste ser solo para mi? ¿Qué te hacía falta? ¿No fui lo suficientemente bueno para que esto continuara?.
Esta bien, entiendo que el que puso fin a todo esto... fui yo. Entonces re-planteo la pregunta: ¿No fui lo suficientemente bueno para que actúes de una manera en la cual todo esto hubiera continuado? ¿Por qué no?
Me duele el cuerpo y la mente. Me duele el hecho de que no estés conmigo en este momento en el cual mi cuerpo se siente débil. En el cual estoy muy enfermo (en serio) física y mentalmente. Y es horrible que no estés para cuidarme... dijiste que ibas a estar a mi lado siempre. Que vos eras la persona que siempre necesité para cuidarme. ¿Dónde estas cuando más te necesito? ¿Dónde? ¿Con quién? ¿Recordas todo de la misma manera en la que yo lo hago? ¿O no lo haces?
No me convenció nadie. Me convencieron tus actos y tu manera en la cual estabas actuando ultimamente. Tu falta de respeto. Tu falta de confianza. Tu falta de compañía. Tu falta de amor. Tu falta de verdad. Faltabas vos. Faltó lo que fuiste mucho tiempo. Desapareció. Y no volví a encontrarlo más.
Me quedé todo este tiempo esperando que todo mejorara. Con millones de guerras en mi mente creyendo que mejores personas que yo te harían mejor. Y que vos le darías la oportunidad... ¿no lo hiciste? Y comenzando a creer que todo estaba destinado a ser así. Que tal vez yo no fuí lo suficientemente bueno para vos. Aunque lo intenté con todo lo que fui.
Creí que seríamos los únicos afortunados en esta historia, pero terminamos perdiendo todo lo que alguna vez pusimos de nosotros para llevar a cabo tal historia.

Te amo.