Translate

YOU SHOULD'VE KNOWN...

YOU SHOULD'VE KNOWN...

Todo esto está en mi mente.

mi primera fría navidad lejos de casa

 Madrid, 25/12/2023



Estoy pasando por un momento en el cual todo viene en flashes a mi cabeza, una y otra vez. Es como un caleidoscopio de emociones que muchas veces me generan miedo, pero por momentos me generan unas ganas enormes de saltar al vacío de una gran decisión.

Por momentos siento que no encuentro el momento justo para detenerme y pensar-me acerca de todo lo que fue sucediendo durante estos meses en mi vida. Y realmente creo que lo necesito. 

Todo pasó tan rápido que cuando quise recordar todas las cosas que habían cambiado, me di cuenta que no las recordaba en absoluto. Y aún asi siento que ciertas cuestiones aún me hacen ruido respecto a todo. A mí mismo. A como me veo en estos momentos y cómo me siento.

El viejo amor que sentía se fue desvaneciendo incluso antes de terminar la relación. Y si bien no estoy orgulloso para nada con la forma en la cual se terminó, creo que fue necesario y el escaparate que encontré para alejarme de algo que me estaba haciendo muy mal y apagando de una forma descomunal. Tal vez los demás no lo hayan visto así, pero yo que me conozco sé que estar en esa situación sólo me llevaba a explorar lugares oscuros de mí mismo.

El tiempo pasó y realmente me olvidé por completo por qué era que tome ciertas decisiones cuando estaba en esa relación. De muchas me arrepiento. Pero no sirve de nada pensarme a mí mismo como que me equivoqué con decisiones que tomé hace un año atrás y hoy en día no puedo cambiar. Debo superar ese sentimiento y dejarlo ir. 


Llegar a una nueva ciudad que no conocía antes, la más grande que viví alguna vez, me hizo sentir muchas veces que estaba solo en esta aventura nueva. Y no me equivoqué, sí que lo estaba. 

Pasaron noches y momentos en los cuales todo lo que deseaba era poder sobrellevar este proceso de cambio de la mejor manera. Lo deseaba profundamente. Y volví a tomar decisiones que sentía eran las indicadas en ese momento. Muchas de ellas me llevaron a estar hoy donde estoy.

Y estoy escribiendo todo esto porque se termina el año y necesito hacer en mi cabeza un recap de todo lo que viví. Si bien no tengo muchas ganas dentro mío de revolver cuestiones de cuando viví en Italia, ya que sinceramente siento que estaba en mi peor momento. Viví muchos duelos juntos en un mismo tiempo y lugar y estaba completamente solo para vivirlos. 

Llegar a Madrid me hizo sentir cosas que antes no había sentido. Confirmé que podía llegar muy lejos solo con mucho trabajo duro. Y, empecé a decir que sí en vez de no a muchas cosas. Conocí a alguien que me hace sentir especial y brand-new. Es como una mezcla de cosas que siento que siempre quise vivir de más joven pero las estoy viviendo ahora que tengo las cosas más en claro dentro mío.

No niego que me siento muy ilusionado con compartir cosas nuevas con vos. Despertarme y ver que estás a mi lado me hace sentir muchísimo placer. Y despertarme a mitad de la noche para abrazarte por la espalda y darte un beso, mientras estás "sobado" y no te enterás de nada. Y realmente quisiera que te enteres de todo lo que estoy sintiendo por vos.

Nuestra primera navidad juntos fue algo dulce y cálido para mí. Me hiciste vivirla de otra forma y la forma en que jugamos a diferentes juegos donde la complicidad que generamos muchas veces siento que es única, es todo lo que quiero seguir viviendo.

Y tengo entusiasmo porque sé que se vienen cosas nuevas y compartirlas con vos me parece algo increíble. Estoy pensando a dónde viajaremos cuando viajemos por primera vez juntos. Te lo acabo de preguntar y me hace ilusión pensar conocer lugares nuevos juntos. Tomarte fotos mientras estas distraído. Probar comidas nuevas. Crear playlists que representen el mood de ese lugar nuevo. Comprar algún recuerdo que luego nunca usemos. Y muchas cosas más.


En cuestión, este 2023 fue completamente de cambios y duelos. 

Pero sin pensarlo y sin buscarlo, el agua se llevó cualquier rastro de mí que no me agradaba y la sequía desapareció. 

Sin pensarlo y sin buscarlo, apareciste vos. 

Y me atrevo a decir que sin pensarlo y sin buscarlo, te quiero



Rami

Muchas veces me sentí abrumado con respecto al hecho de sentir muchas cosas. Siempre pensé que lo hacía por demás.

Me emborraché cientos de noches en millones de canciones de mis bandas favoritas.

Me empapé en novelas que nunca sucedían en la vida real.

Me trataron como si estaba viviendo una realidad paralela, donde todo lo que necesitaba era ser querido.

Y me terminé convirtiendo en algo que yo mismo maldigo todas las noches.


¿Dónde fue esa ilusión por sentir cosas? Y, ¿cuándo comencé a tener miedo de lo que podía llegar a suceder?

Y no hablo de mi generación, ni de donde vivo. Sino que es un sentimiento personal donde la forma en la que veo las cosas ya no es de la misma forma que solía hacerlo, y me vuelve a abrumar pensarlo.


Muchas veces la fragilidad que cargan algunos sentimientos no son malos. No significa ser débil. 

Y tal vez no sea culpa de los demás haber construido un frío invierno cuando está comenzando la primavera.

Siento que vivimos en un momento donde los sentimientos no importan y es todo tan veloz que no existe la necesidad de pensarse uno como individuo. 

¿A dónde va aquello que siempre soñamos y hoy ya no nos importa? ¿Siguen latentes o se desvanecen con el tiempo?


Realmente creo que es una incapacidad que desarrollé de una manera super agresiva y violenta: porque necesité crear ese nuevo Ramiro de una forma para no sentirme mal o sufrir. Y no me gusta.

Porque extraño escribir acerca de ilusionarme con la idea de conocer a alguien que realmente me haga pensar que ser dos es mucho mejor que uno.


Hace unos días atrás volví a escuchar una canción que me hacía mucha ilusión hace unos años atrás (Call it what you want) y entendí que esa anhelaba sentir el deseo de encontrar todo lo que esa canción describe: alguien que pueda ayudarnos a luchar contra nuestros propios monstruos y con el mundo exterior. Porque es muy cruel pensar que esta nueva forma de vivir la vida nos arrinconó en una pared donde "no sentir" o "no involucrarse" es lo correcto. Porque es más válido no arriesgarse que hacerlo y que exista la posibilidad de salir lastimado. Porque tapamos nuestras carencias y necesidades con otras cosas: necesitamos alimentar nuestro ego y ese vacío con cosas que en realidad son irrelevantes.


Mucho tiempo me hicieron sentir que pensar de la forma en la que pensaba estaba mal. Otras, me tildaron de "tonto" por buscar siempre esa idea de compañía. Y muy dentro mío creo que era mi lado más sensible, inocente, valiente y perfecto que alguna vez tuve. 


Escribir canciones. Reir durante horas por la noche. Complicidad con miradas. Abrazarte por la espalda para darle la vuelta al mundo. Bailar durante horas en el pequeño departamento. Regalarnos momentos. Despertarnos y darnos cuenta que todo lo que soñamos era real. Y siempre tener la ilusión de que se puede explotar de amor. 

Y aunque muchas veces dije que nada era para siempre: hay ciertos deseos y pasiones en nuestra vida que nunca nos van a dejar.

Por eso, hoy después de tanto tiempo tapando ese otro "yo", lo reivindico una y otra vez.

Porque no hay forma más linda de vivir la vida que siendo completamente sincero con uno mismo y demostrarnos a nosotros mismos que somos esa versión que siempre soñamos. 

Tal vez es cuestión de tiempo volver a serlo, pero el comienzo de todo esto ya está acá, pues identifiqué lo que estaba ocurriendo. Y voy a cambiarlo. 

baby I am lost

 And I can feel the way the world moves on

and how everyone is lost

but if you think enough about those emotions

maybe you'll get dropped


The emotions are surreal when everything is not clear

the waves of the ocean seems to be, 

seems to be different when you can't breathe


So many things are happening right now

I am lost in my way

and lost everywhere

and I can't find a drop of hope

when everyone around is lost

maybe I am too and

 maybe I am too emotional to

react in the right way


Baby, baby, baby

I am scared of everything my mind thinks

and scared about what it could be

is like I know things I've never known

and in the middle of the night

everything seems a confession

so, let me fly with my soul 

when everything is lost


Baby child, help me to find

a drop of miracle again

and I'll be happier than ever

when ever is never

and never.


Sometimes I miss my past lives

when everything turned down in seconds

but my feet were in a floor

and that floor reminds me about

my grandma, my family

and that past exes who broke my heart

in a million pieces

and never found the right one

baby now, I am so alone.


(so alone)


Rami.

 Pero es que cantidad no significa calidad.

Y que nada alcanza para llenar esta carencia.

Tal vez sea divertido pero no hay un minuto de mi tiempo que no piense que no es suficiente.

A veces me abrumo pensando cuando va a llegar algo que me haga ilusionar nuevamente.

Tal vez algo diferente. Tal vez algo nuevo. Tal vez alguien.


Si intento decir que "si" en vez de "no" y aún así no alcanza.

Porque no es lo que quiero.

Porque no es real.

Porque soy más que un envase.

Porque mis sentimientos se encuentran en pausa y no funciona el botón de play.


Y sin querer termino cerrando nuevamente puertas.

Cerrando situaciones.

Cerrando sentimientos.


Y no hay ni un minuto de mi tiempo que no se me pase por el pensamiento que tal vez es lo que merezco. Aunque me resisto a pensarlo. 

Me resisto a que sea así. 

Porque tiene que haber algo mejor.

Porque merezco algo mejor.

Porque no quiero sentir que estoy en deuda conmigo mismo.



Nada es para siempre.

 Estos últimos días estuve pensando mucho acerca de lo siguiente:

cómo no sabemos nada y cómo nuestra vida cambia de un día para el otro.

Muchas veces, en mi afán de tener el liderazgo de mis pensamientos, creí que sabía todo respecto a mi vida. Todo lo que sucedía. Todo lo que iba a pasar. Que todo estaba predestinado a ser de una forma y que nada iba a cambiar si yo no lo decidía.

Y tal vez hace dos años ese pensamiento se cayó cuando una de las peores noticias de mi vida recibí. Mi abuela había fallecido. Y yo no lo esperaba. Creo que nadie se espera una decisión de esas.

Mi vida era completamente normal y creí estaba en un buen momento, donde nada tenía de qué preocuparme. Recuerdo la noche anterior a que sucediera, ella junto con mamá, me hicieron una videollamada para preguntarme sobre la materia que había aprobado -ella se ponía siempre tan feliz cuando aprobaba una materia-. La charla fue corta porque la cena ya estaba lista y le dije: "mañana te llamo y te cuento bien". Al día siguiente, desperté a hacer mi rutina nuevamente, estaba caminando por la cochera yendo al auto para ir a cursar y veo que tenía llamadas perdidas de mamá que no atendí porque era muy temprano -y yo en ese momento no quería hablar. Hasta que leo uno de sus mensajes: "tu abuela falleció" y fue en ese momento como todo mi mundo se detuvo. Ya no giraba. Y me quedé paralizado en el medio de esa fría cochera, un 22 de mayo de 2019, un día que llovía a cántaros -justo como hoy. No supe como reaccionar. No estaba solo, Uli me acompañaba. Y sin pensarlo decidimos viajar a Concordia.

Creo ese fue el momento en el cual me di cuenta que debía cambiar mi sistema de creencias. Todo en pos de mi salud mental. Y me dí cuenta como no tenemos nada asegurado. Cómo todo puede cambiar de la noche a la mañana. Y cómo ese pensamiento de que yo controlo mi vida, no era así. 

Todo lo que yo creía era estable o estaba en un buen momento, nada tenía sentido. No era así. Una parte de mí no era la misma. Yo no era el mismo. Y nunca iba a volver a serlo.

Tenía que volver a construirme. Volver a conocerme. Volver. 

Y tal vez estos días me tienen muy movilizado con respecto a mis emociones, que estoy escribiendo más de lo que suelo hacerlo. Tal vez la lejanía física de mis seres queridos. Tal vez pensar en la última vez que te ví. Tal vez en darme cuenta que, sin darnos cuenta (valga la redundancia) estamos en una lucha diaria por ser nuestra mejor versión. 

Hoy son 2 años desde que yo cambié. Y en esos dos años hubieron millones de veces más que yo cambié. Porque algunos miedos se fueron. Otros llegaron. Aprendí a entender que muchas veces vamos a tener que cambiar a la fuerza. Dejar nuestra zona de confort y decidir qué hacer con nuestra vida. 

Y tal vez muchas veces juramos que vamos a estar al lado de alguien y eso no va a ser así. Y no está mal. Significa también crecer en algún sentido. Porque puedo asegurar que aunque nunca haya querido decirle "hasta pronto" a mi abuela estando dentro de un cajón, esa experiencia fue super formativa para darme cuenta que a veces si sucede. A veces si nos despedimos de alguien. Y a veces hacer el duelo es sanar. Porque no somos los mismos que éramos un tiempo atrás. Y porque una mejor versión nuestra siempre espera adelante -o eso debemos intentar. Sino, nada tiene sentido.

Porque nada es para siempre: el café se enfría, el humo se disipa, el tiempo pasa y la gente cambia.


Ramiro Celecia team. Con la tecnología de Blogger.