La mayor de las veces las personas que leen mis entradas comienzan a preguntarme cómo se me ocurre todo lo que escribo, cómo puedo llegar a describir con tanta exactitud lo que pienso. Me preguntan si es real todo lo que escribo, si soy yo su protagonista, o si acaso es producto de mi imaginación. Y cuando les respondo que todo lo que escribo es algo que surge del alma, algo que siento o sentí en su momento, donde el único protagonista permanente siempre fui yo mismo. 
Luego de eso me preguntan por dónde empiezo a escribir cuando lo hago, qué es lo primero que se me viene a la mente cada vez que lo hago, y si realmente intento plasmar situaciones representando lo verdaderamente ocurrido o hay cosas que omito.
En ese momento es cuando comienza a circular en mi mente una tonelada de recuerdos y mi memoria comienza a correr tras todo lo que he pasado durante todo este tiempo, y con una sonrisa tímida en mi rostro digo que muchas veces se me hace más fácil relatar historias tristes que me han surgido en mi vida, y que eso muchas veces ayuda a que logre dejar atrás a algunas personas. Pero muchas veces no es completamente olvidado ya que los recuerdos buenos comienzan también a dar vueltas por mi cabeza dándome a entender que lo recuerdo todo muy bien. Y recuerdo muchas veces desde la primer caricia hasta el último golpe. Y aunque la mayor parte del tiempo opte por escribir y relatar cosas que me han lastimado mucho, tal vez para cicatrizarlas por este medio, hay cosas que recuerdo completamente y no podría sacarlas de mi mente.


CORRE
Había ilusiones, aviones y estrellas iluminando nuestro cielo, espero que las ves. Había un tren moviéndose rápido detrás de tu vehículo, espero que lo pierdas de vista. Y si me preguntas cómo me siento luego de tanto tiempo lejos de tu cuerpo sólo te respondería que te tomes un taxi, que me llames, no te das una idea de cuánto te extraño. 
Por favor, volvé a mirar las estrellas conmigo. Dejame apoyarme en tu pecho y dejemos atrás todo lo que tuvimos en nuestra mente. Te necesito en este momento, entonces corre lo más rápido que puedas.
Bueno tal vez te demores en vestirte, tal vez no quieras salir sin peinarte, o tal vez no encuentres un medio para volver a mis brazos... pero yo sólo te pido que vuelvas. Y tal vez es evidente que pasó mucho tiempo... por qué lo dejamos pasar? Y tal vez estas acostado con otra persona en tus brazos y con tu corazón roto. Tu corazón roto.
Y te veo en cada cielo azul, te veo volar rápido como aquellos pájaros que me despertaron una mañana y me hicieron entender que no estabas a mi lado. Y tal vez correría hacia ti si supiera que esta es una señal, tal vez me daría cuenta que correr hacia vos nunca es tarde. Que los corazones que dibujamos en cada lugar, y hasta en mi mismo cuerpo, no se irán de tu memoria nunca. Espero que los guardes.
Si las velas que prendimos para sólo ver nuestro contorno en hecho sombra se apagaron, si tal vez los miles de mensajes que nos mandamos alguna vez los olvidaste... corre hacia mí y hagamos que se vuelvan a escribir. Deja la comodidad atrás, te necesito corriendo hacia mi. Entonces corre lo más rápido que puedas.
Y puedo reir, puedo sonreír o llorar... pero sólo quiero que vuelvas. Y es muy evidente que el camino se cierra cuando lo dejamos atrás, y que esa caja de recuerdos todavía está rota. Y no quiero sentir que te vas junto con el cielo azul que me recuerda a vos. Espero que necesites mis abrazos como yo suelo hacerlo cada vez que te veo en alguna foto... 
Entonces corre, corre hacia mí! Volve a mi. Entonces corre lo más rápido que puedas...

Ramiro