Pasan las
horas y siento como si todo está dirigiéndose al punto final. Estoy sintiendo
una presión interna que no me ayuda a saber qué es lo que realmente debo hacer,
qué debo pensar, cómo debo seguir.
Creo, que
como dice la canción, estoy embrujado. Creo que hay algo, una gran parte de mí,
que no deja que me vaya corriendo de esta situación. No me deja abrir los ojos.
No me deja verte.
Pienso y
no entiendo muy bien qué es lo que sentís vos al respecto. ¿Lo lamentas? Y si
así es, ¿de qué sirve que lo lamentes? Si lo hecho está hecho. Si no estuve en tu
mente antes de haberlo hecho. No pensaste en mí ni un segundo.
Sólo yo
sé, y las personas que me leían por acá, como estuve durante meses haciendo el
papel de idiota… escribiendo sobre ti, escribiendo para que lo leas y pienses
en mí. Durante muchísimos meses lo estuve haciendo, para que sepas que te
recordaba en todo momento. Pero, ¿qué estabas haciendo vos? ¿Dónde estabas
cuando más te necesité? ¿Dónde estabas cuando se empezaron a encender las luces
de navidad de mi pequeño árbol en mi departamento? ¿Dónde estabas cuando por
las noches lloraba pensando en vos? ¿Dónde estabas cuando sufría porque no
estabas? ¿Dónde estabas cuando me sentía solo? Deberías haber estado acá, golpeando
mi puerta y yo hubiera sido muy feliz. No deberías haber estado con personas
que solo te usaron, que solo hicieron que lo que tuvimos se destruya por
completo.
¿Recuerdas
que te lo dije millones de veces? ¿Desde cuándo? ¿Agosto? Luego te lo repetí en
Noviembre, en Diciembre… y en Enero. Pero en todos los casos, nunca escuchaste
lo que te dije. Y, aunque no quieras creerlo, cuando digo las cosas… pasan. Soy
una especie de brujo, sí, seguro que sí.
Estábamos
en la cuerda floja, y no vi que hayas sostenido mi mano para que no caiga… me
dejaste caer, me dejaste en el piso tirado, como todas las anteriores promesas
que me hiciste. Nunca me fuiste fiel, siempre me ocultaste hasta lo más mínimo…
y yo seguía creyendo en ti. Un poco idiota.
La peor
parte de todo es que muchas veces me lo dijeron, y yo no quería creer, o mejor
dicho… estoy tan enamorado que se me hace imposible dejar todo. Pero no tengo
fuerzas en este momento. No sos quien creí que eras. No me amaste como decís
que me amas. No me cuidaste como decís que lo hiciste. Fuiste quién más me
dañó.
“El que juega con fuego se quema” – dijiste. Y te quemaste, me
quemaste. Porque es como siempre lo dije… como siempre lo pensé: “Si juegas estos juegos, ambos vamos a salir
perdiendo”. Y así fue, perdiste vos… a la única cosa real que te amo
hasta el final. Y perdí yo, mis ganas, mis esperanzas, mis proyectos.
Vamos, no
me digas que no lo sabías… ¿acaso no creíste que podía a suceder esto? ¿No lo
creías? Sucedió, y hoy estoy tratando de encontrar mi antiguo yo. Es que me
cuesta mucho entender por qué, a qué estabas jugando, qué estabas pensando.
Si hay
algo que nunca olvido son las fechas. Mi memoria nunca me falla. Y, vos seguías
conmigo, seguíamos viéndonos, seguíamos comunicándonos, creí que seguíamos teniendo
esa conexión… ¿en qué estabas pensando? Lo perdiste todo, absolutamente todo.
Ahora
estoy llorando porque no pude conseguir mi fantasía perfecta. No pude estar con
vos hasta que el mundo se acabe como siempre te lo dije y lo soñé. No pude ser
lo suficientemente para vos. Tuviste que buscar en otro lugar lo que, al
parecer, yo no te daba.
Y no te
juzgo, no te guardo rencor, ni nada. Te perdono… porque soy mucha mejor persona
que estar guardando odio o rencor con vos o la otra persona. La verdad sólo me
decepciona. Pero creo es lo mejor siempre. “Si quieres que
te quiera, no me pagues con traición”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario