Translate

YOU SHOULD'VE KNOWN...

YOU SHOULD'VE KNOWN...

Cerca de mis 25.

Luego de tanto tiempo sin escribir, creyendo que mi musa inspiradora se había marchitado, que no había nada relatable (palabra que utilizo mucho y no se si tiene existe siquiera) encontré en la tristeza un nuevo sentimiento que contar. Desahogar. Dejar ir.
Los últimos meses fueron una catarata de situaciones, una tras otra, que me trajo miles de sentimientos encontrados.
Hace exactamente un año tomaba la decisión de dejar atrás mi ciudad, aquella que me había visto convertirme en un adulto, aquella en la cual pase los últimos 6 años de mi vida, donde me enamore incontables veces. Donde experimente vivir solo. Caer en lo más profundo de mi soledad. Donde creí encontrarme a mí mismo. Dejé todo eso atrás.
Hoy en una ciudad nueva no muchas cosas han cambiado, salvo que tengo millones de responsabilidades más que antes tal vez no tenía. Un trabajo "estable" pero mal pago. Una relación que no logro descifrar nunca si estamos bien o mal. Falta de amigos por este lado. Conocer gente nueva para no sentirme tan solo en este enorme lugar donde soy un punto de los millones que hay. Recordando siempre con anhelo todo lo que sucedió en aquellos tiempos pasados. Tal vez uno nunca se desprende por completo del pasado.
Muchas veces me pregunto qué lugar ocupo en la vida de las demás personas. ¿Soy importante? ¿Les importa lo que siento? ¿Me toman en serio? ¡Qué extraño se siente cuando uno es completamente diferente a lo que era años atrás! Ya no soy más ese Ramiro que creía que era importante para todas las personas, más bien soy uno que se siente inseguro las 24 horas del día, toda la semana (24/7 como dirían las nuevas generaciones). Uno que entabla conversaciones la mayor parte del tiempo con su pensamiento, y no deja de pensar y filtrar todo lo que dice. Uno que es preso de millones de sentimientos. Uno que quiere escapar del lugar donde estar y dejarse ir. Perderse nuevamente y encontrarse. Uno que se siente sin significancia en la vida de nadie.

Mi entrada se llama "Cerca de mis 25", es que estoy a 10 días de cumplir 25 años y les juro que si hoy, me hacen la misma pregunta que hace 9 años atrás (que me la hizo mi primer novio) "Ramiro, ¿sos feliz?" les respondería sin dudarlo NO.
Tengo muy pocos recuerdos de momentos en los cuales sentí que era feliz. ¿Lo era realmente? Tal vez fue sólo una ilusión al respecto.
Me encuentro mucha parte del tiempo anhelando o extrañando cosas. Me siento apagado, como que esa luz que siempre creí tener para ver las situaciones o involucrarme en éstas, se cortó. Y la necesito.
Tal vez el Ramiro más joven a éste hubiera corrido lo más rápido que podía ante esta situación, pues lo más valiente que siempre hizo fue correr. Pero este se atiene a la consecuencias siempre y busca puntos a favor y en contra.

Tal vez ser adulto no era lo que necesitaba aquellas veces que deseaba serlo. Tal vez ser mayor no es otra cosa que sumergirse en miles de responsabilidades y dejarse ir. Dejarse manipular. Dejar de ser.
De alguna u otra manera sigo utilizando mi remera de pijama de años atrás, algo me hace no querer dejar atrás ciertas cosas.
Necesito empezar de nuevo. Necesito que esta ciudad no me encuentre tan solo. Necesito volver a sonreír. Necesito dejar de creer que la vida es una rutina constante, porque odio las rutinas. Necesito volver a encontrarme a mí mismo años atrás y decirme cuan difícil va a ser en un tiempo.
Es como si todas las fotos que tengo en mi mente perdieran su color. Cuando ser joven se desvanece con el tiempo. Cuando ser imprudente fue una hazaña enorme en este mar de inseguridades y recuerdos de oscuridad. Todo vacío y un poco de angustia, es probablemente la peor situación.

Cuando la casa deja de oler bien, el vidrio rajado se termina de romper, el techo gotea tristeza y las plantas se marchitan ¿qué hacemos en un lugar tan vacío? Tal vez tenga un poco más de sentido ignorar todo esto. Me gustaría creer que aún se puede encontrar amor en las pequeñas cosas.

He disfrutado cada paso que dí en mi vida. Las navidades a escondidas abrazando a mi pareja en su momento. Las risas de mi mejor amiga. Las llamadas por teléfono con aquellos amores a la distancia. Las noches tomando en diferentes bares. Tocar el pasto con mis pies descalzos. Creer que todo era importante si lo vivía en ese momento. Ignorar los consejos de mi abuela. Creer que todo estaba destinado a ser. Intentar hacer todo mágico. Regalar un cd con canciones a una ex pareja. 

Cálmate, respira profundo, vístete. Mira a tu alrededor y trata de encontrar el sentido aunque todo esté roto, aunque haya un corazón roto frente a vos. Conoces tu nombre y tu historia. El largo camino que viviste y todo va a estar bien.


Perdón, pero me siento mal y necesito ayuda. Una mano amiga. Un abrazo sin parar. Un beso en la frente. O que simplemente me llamen por mi nombre completo como me gusta. Todo va a estar bien.



Ramiro.

No hay comentarios:


Ramiro Celecia team. Con la tecnología de Blogger.