Translate

YOU SHOULD'VE KNOWN...

YOU SHOULD'VE KNOWN...

Si me tenías en frente.

No se si fue la oscuridad de la noche, el frío de la madrugada o el sonido de la música alto. No se si percibías que entre todos los flashes de luces de esa noche, yo estaba en frente. Mirándote, buscándote, tratando de tener una conexión con vos. No se si te dabas cuenta que estaba percibiendo todo lo que sucedía y entendiendo miles de cosas más. 
Por momentos me dejabas solo en un rincón, con mi cabeza moviéndose a mil por horas y yo tratando de no sentirme mal al respecto, sólo bailando. 
Bailaba para olvidar, para no creer lo que estaba sintiendo, para no sentir ese golpe acelerado en mi pecho de tristeza, olvido y miedo. Sólo quería no sentir nada de eso.
Sentí que el respeto no existía esa noche, que era un desconocido más, que no estaba preparado para sentir todo eso o vivir eso. Ví con mis ojos como mirabas a otras personas a mi alrededor y yo desaparecía, me desvanecía en el humo artificial.
Buscabas crear conexiones visuales y hasta roces con tu cuerpo con personas que no era yo. Buscabas otra cosa y no era yo.
Y en mi cabeza sólo pensaba ¿y estos dos años, qué significan? Y sentí que nada más tenía sentido, que algo estaba cambiando, que yo no estaba siendo el mismo. Por un segundo dudé de todo, de quien era, de dónde estaba, del presente que estaba teniendo. Dudé si eras la persona que quiero pasar el tiempo, dudé si era yo quien querías vos, dudé si me respetabas o si te importaba al menos.
Cuando se presenta la duda muchas veces es cuando hacemos el click en nuestra cabeza. La abrimos, como un paracaídas, en caída libre, sintiendo que el golpe iba a ser devastador.

Las horas siguientes tuve un sentimiento de vacío dentro de mi cuerpo, donde lo único que quería era sumergirme en mis canciones viejas y estar solo. Todo el tiempo solo. No pensar en nada más que el tiempo iba a pasar y que no era la primera vez que este sentimiento venía a mi. 

Tal vez esperaba demasiado, tal vez me culpé a mi mismo muchas veces creyendo que era yo quien hacía las cosas mal, tal vez no debía estar en ese lugar, o tal vez sí... y era necesario para cuestionar todo. Para cuestionar si esto que sucedía era real o no. Si tenía que seguir el mismo camino.

Aún no he tenido el tiempo para encontrar respuestas algunas, pero la noche del 19 de octubre fue una de las más tristes que viví: y me di cuenta que nunca me amaste ni a mí, ni a ellos, ni a nadie.



No hay comentarios:


Ramiro Celecia team. Con la tecnología de Blogger.