Mucho más.

 Un gris abril no me deja levantar la mirada desde que comenzó este año. 

He estado repitiendo mis conversaciones en mi cabeza tratando de entender dónde me equivoqué, escribiendo cartas dirigidas a nadie. Y podría decirlo completamente seguro que esta pena está doliendo más de lo que creí iba a serlo. 

En diciembre creí que todo iba a mejorar. No puedo recordar qué fue lo que me hizo pensarlo, pero de nuevo me encuentro revolviendo en el pasado tratando de entender las señales que no supe ver. Y por momentos me quedo sin aire, creyendo que sería la muerte de todo. Tengo este sentimiento tan peculiar que no puedo describirlo siquiera con palabras.

No puedo dejar de pensar en todo lo que costó llegar donde estoy ahora, perdido en un sinfín de sentimientos agridulces que me dejan hablando solo por las noches.

 Y cuando creí que te había encontrado, te perdí. 

Y cuando creí que estabas cerca, te estaba soñando. 

Y tal vez no haya nada que nos haga recuperar el tiempo que perdimos, pero lo seguimos intentando.

Y estaba sosteniendo mi respiración para que las lágrimas no se caigan de la misma forma en la cual están cayendo las hojas de los árboles en otoño. Pero fue imposible cada noche que no recibí una señal tuya de que querías encontrar lo mismo que yo estaba buscando. Y fue en vano seguir pensándolo.

Un aire frío entra por la ventana de mi oficina y no puedo entender cómo podes estar tan cerca y te siento tan frío. Cómo un beso tuyo no me alcanza para darme respuestas a todas las preguntas que me hago. Y me encuentro encerrado en mi mente, destruyéndome, creyendo que estoy seguro que este sentimiento va a durar para siempre. 

Tal vez fui muy arriesgado intentar darte amor luego de haberme sentido lastimado durante tanto tiempo, y aunque retroceda el cassette de nuestras canciones favoritas, no puedo encontrar una respuesta a todo lo que se me pasa por la mente. Y mucho más.

No puedo dejar de sostener que creí iba a ser más fácil y no nos perderíamos. Que la pausa sólo era para darnos oxígeno y volver a besarnos. 

Y aunque haya mejores propuestas, te sigo esperando.

Y lloré demasiado, creyendo que eras vos.

Y no hay nada que me haga detener el tiempo al momento que te sentí desnudo en alma.

Porque creí que era importante y real. No te quise soltar la mano cuando estuviste mal. Te preparé un te con jengibre y te arropé. Y mucho más. 

Mi amor por vos fue mucho más.